Columna de opinión de Marita Romo
La Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados discutirá la reforma a la Ley del Servicio Militar, con la intención de hacer obligatorio dicho servicio para las mujeres.
El proyecto de dictamen destaca la falta de interés de este género en enlistarse y su falta de participación.
Pretende justificarse con la búsqueda de la inclusión y el combate a los perjuicios.
La Secretaría de la Defensa Nacional ha sido negligente frente a los reportes de violación que han surgido dentro de las Fuerzas Armadas. En dichos casos, las víctimas han denunciado la falta de acceso a la justicia y la severidad con la que se les insiste en reprimir los reportes.
Solo 13% de los militares mexicanos que han sido investigados por violaciones a los derechos humanos han sido sentenciados, muchos de los cuales han sido acusados de violación, violencia hacia la mujer, tortura, entre otros. Esto, sin mencionar el fuero militar, que es una especie de protección brindada a los miembros de las fuerzas armadas en el ejercicio de sus labores, lo que puede representar otro peligro para las mujeres al interior de la milicia.
Este panorama indica que pertenecer al ejército podría significar formar parte de un ambiente hostil y arriesgado.
La lógica detrás de la Comisión de obligar a las mujeres a participar dentro de un ámbito que ha resultado violento para dicho género, cuya popularidad ha disminuído por razones conocidas, no es más que un intento patriótico, patético y aterrador para revitalizar la popularidad del ejército.
De esta propuesta pueden construirse las siguientes reflexiones:
Una es resolver la brecha salarial, ya que a nivel nacional las mujeres ganan 19.2% menos que los hombres por la realización de las mismas labores, lo cual es un reto significativo para la igualdad sustantiva en este país.
Además, debería resolverse el problema desde la raíz, brindando las mismas oportunidades laborales para el ascenso de las mujeres a puestos de alto rango.
Otra discusión que surge es ponderar la necesidad de la obligatoriedad del servicio militar en general, dado que podría considerarse un mecanismo represivo, además que la violencia que ocurre dentro del ejército fomenta cruelmente el espíritu machista de este país.